Lidice Megla Poetry
May 10, 20202 min
Updated: May 28, 2020
ONE ART
The art of losing isn’t hard to master;
so many things seem filled with the intent
to be lost that their loss is no disaster.
Lose something every day. Accept the fluster
of lost door keys, the hour badly spent.
The art of losing isn’t hard to master.
Then practice losing farther, losing faster:
places, and names, and where it was you meant
to travel. None of these will bring disaster.
I lost my mother’s watch. And look! my last, or
next-to-last, of three loved houses went.
The art of losing isn’t hard to master.
I lost two cities, lovely ones. And, vaster,
some realms I owned, two rivers, a continent.
I miss them, but it wasn’t a disaster.
—Even losing you (the joking voice, a gesture
I love) I shan’t have lied. It’s evident
the art of losing’s not too hard to master
though it may look like (Write it!) like disaster.
UN ARTE
El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen resueltas en su intención
de perderse que su pérdida no representa ningún desastre.
Pierde algo cada día. Acepta la confusión
de llaves perdidas, la hora malgastada.
El arte de perder no es tan difícil de dominar.
Practíca entonces perder aún más, más rápido:
perder nombres, lugares adonde pensaste
viajar. Nada de eso provocará un desastre.
Perdí el reloj de mi madre. Y ¡mira!, mi última o
penúltima de tres casas amadas, ida.
El arte de perder no es difícil de dominar.
Perdí dos ciudades, ambas encantadoras. Y,
varios reinos (aún más vastos) de los que era dueña,
dos ríos, un continente. Echo de menos, pero no representó un desastre.
—Incluso perderte (la voz jocosa, el gesto
que amo) No habré mentido. Es evidente,
el arte de perder no es tan difícil de dominar
aunque lo parezca (¡Escríbelo!) como si fuera un desastre.
Traducción ©Lidice Megla